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La Hipocondría es un trastorno mental que se caracteriza por una preocupación constante y obsesiva por la propia salud y por una tendencia a exagerar los sufrimientos, que pueden ser reales o imaginarios.

Lo complejo de la ansiedad es que puede parecerse a una enfermedad real, porque conlleva síntomas físicos. Cuando una persona siente síntomas, es normal y necesario que acuda al médico para descartar enfermedades. 

“Solo son tus nervios”

Cuando el médico explora en ti para determinar las causas de tus síntomas, llega a la conclusión de que tus exámenes son normales y que no hay base orgánica para explicarlos. Pueden decirte que no tienes nada y que solo te tranquilices, que son tus nervios. 

El verdadero problema es que si tienes algo y es Trastorno de Ansiedad. Lo que sucede es que tu médico no te explica con exactitud cómo se presenta la ansiedad en las personas y los síntomas que trae consigo, como el ritmo cardíaco acelerado, sudores, escalofríos, problemas digestivos, sensaciones en lengua, esfínteres…

Cuando pasas por trastorno de ansiedad tu sistema nervioso está en modo alerta y por eso hay sensaciones desagradables en tu cuerpo. 

No obstante, tú piensas que hay una enfermedad extraña en ti y no confías en el diagnóstico del doctor. Por ello te haces revisiones médicas constantes y todas terminan en que tienes una salud buena. El miedo y la incertidumbre te hacen creer que estás en peligro alimentando tu ansiedad y por consecuencia a los síntomas. 

Cuando el doctor dice: “no tienes nada”.

  • Piensas que el doctor no te revisó de manera correcta y por ende no llegó a una conclusión acertada.
  • . Este doctor que me atendió no sabe, debo buscar un especialista más.
  • Si me dicen los doctores que no tengo nada y yo sigo  sintiéndome mal, es 
  • porque tengo una enfermedad extraña en mi cuerpo y debo averiguarlo con exámenes más profundos. 
  • Si en verdad no tengo nada, quizás estoy acabando loco. 

Si tienes algo

La realidad es que si tienes algo y es ansiedad patológica, la cual pasa desapercibida y requiere de un tratamiento, no médico, pero sí a nivel mental y emocional. 

Tu cuerpo está sano. El problema es que tu sistema nervioso está enviando señales de alerta para ayudarte a sobrevivir del peligro imaginario. 

El victimismo alimenta a la ansiedad

Necesitas dar el primer paso en reconocer que lo que te está sucediendo en tu cuerpo es ansiedad. Sin embargo, esto no quiere decir que te resignaras a vivir con lastima de ti mismo y pensar que la ansiedad llegó para quedarse en tu vida. 

Hoy que tienes un diagnóstico claro, accede a la curación del problema. No sigas siendo víctima de la ansiedad, compréndela y ataca de raíz a la condición. No sigas buscando culpables. Perdona, cambia tus juicios y tus creencias. 

No esperes a que el síntoma se vaya para comenzar a trabajar, aprovecha la dificultad para ejercitarte en ella. 

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